viernes, junio 28, 2013

Carnada.


Carnada.

Los gusanos corren mis órganos
Y desmiembran poco a poco los cariños
Ante la mirada paciente de la duda
Ante la mirada paciente del llanto falso
Ante la mirada paciente del diablo que ríe
Y cobija lentamente mi cuerpo dudoso
Que ante los gritos más fuertes jamás entendió
Quizá
Que las palabras sí eran verdaderas.

¿Qué podía hacer yo ante la distancia
que caía sobre mi como una muralla de clavos?

No hay nada más difícil que creer ciegamente
Cuando conoces que aquella lengua sabe mentir.
No hay nada más difícil que no autofagocifar
Las mismas manos con las que acaricias.
No hay nada más difícil que creerte vivo
Cuando conoces tus propias formas de morir.

Puede que sea la mosca por la que espera la planta
Y aún así vuelo ciegamente hacia el abismo
Que ofrece la mentira como el color gris.
Dudoso, borroso, dañino.

Los gusanos corroen mis órganos
Y al mismo tiempo he sido yo mismo
Quien los ha puesto ahí.

Quiero dolerme sabiendo,
Por que de lo contrario
Mataría el mundo interno
Ahogando como carnada para peces
Cada uno de mis dedos
En cualquier océano capaz de hundirme.